El lobo Mexicano

El lenguaje del movimiento
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Fotografías tomadas por Sisel Lan y Rubén Martínez , tomadas en el Santuario Extinción Cero.
 

Aunque el aullido es su voz más famosa, los lobos mexicanos se comunican mucho más allá del sonido.
Cada movimiento de su cuerpo —una mirada, una inclinación del cuello, una pata levantada o una carrera repentina— tiene un significado dentro de la manada.

Su lenguaje es un sistema complejo de gestos, posturas y energía que expresa jerarquía, confianza o invitación al juego. El juego es esencial en la vida del lobo: no solo fortalece los lazos entre los miembros del grupo, sino que enseña a los jóvenes estrategias de caza, resistencia y trabajo en equipo. En medio de saltos, carreras y empujones, los lobos aprenden cuándo dominar y cuándo ceder, cuándo acercarse y cuándo guardar distancia.

En estas imágenes, Tukari no ataca, sino que se comunica. Sus ojos atentos y su cuerpo en tensión muestran concentración, no agresión. El juego, al igual que el aullido, es una forma de conexión: una danza ancestral que mantiene viva la armonía dentro del grupo.
 

Sigue recorriendo la exposición y descubre cómo los lobos mexicanos, más allá del mito, nos enseñan que la cooperación y el entendimiento son la base de toda convivencia.

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