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El lobo Mexicano

El lobo que habita los mitos

En muchas culturas del mundo, el lobo ha sido un puente entre lo visible y lo invisible: guardián de los bosques, protector de caminos y mensajero de lo sagrado. En esta imagen de Tukari, su mirada parece contener esa antigua conexión entre el instinto y el misterio.
 

En el México prehispánico, el lobo —conocido como cuetlachtli— simbolizaba la fuerza, el fuego y la energía vital. Se le asociaba con órdenes guerreras y con el tránsito entre la vida y la muerte. Era también compañero espiritual de los guerreros y guía hacia el inframundo, un animal de poder y transformación.
 

En otras culturas, como las nórdicas o las de los pueblos originarios de América del Norte, el lobo ha sido venerado como maestro, símbolo de lealtad, sabiduría y conexión con la naturaleza. A la vez temido y respetado, representa la dualidad humana: libertad y deber, instinto y equilibrio.
 

El mito del lobo, más que una fábula de miedo, es un reflejo de nosotros mismos. Su figura sigue habitando los sueños, recordándonos que el vínculo con la naturaleza no se ha roto del todo.
 

Fotografía de Sisel Lan, tomada en el Santuario Extinción Cero.
 

Sigue recorriendo la exposición y descubre cómo el lobo mexicano, más allá del mito, encarna el espíritu salvaje y ancestral que aún vive en nuestra memoria colectiva.

Este no es solo un retrato, es una oportunidad de cambio.
Al adquirir esta imagen o donar al Santuario Extinción Cero, ayudas a escribir la nueva historia del lobo mexicano.

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